Tu mente es creadora.

Eres lo que eres y estás en donde estás por lo que has puesto en tu mente. ¿Qué es lo que has puesto en tu mente? Has puesto sueños y objetivos, pero también has puesto dudas y limitaciones.

¿Alguna vez has escuchado a alguien decir ‘yo tengo muy mala suerte, a mi nada me sale bien’? Seguramente que si analizas la vida y los resultados de esa persona, te darás cuenta que, en efecto, todo le sale mal.

Esa persona, si pierde algo o tiene un accidente, seguramente te dirá: “¿Te das cuenta como sí es cierto que estoy salado?”

Lo que esa persona no se da cuenta es que es ella misma la que está creando sus propias condiciones de vida.

Tu mente te obedece:
Hay creencias que son leyes, comandos u órdenes que nuestra mente ejecuta.

Las creencias constructivas, generan resultados positivos: “Tengo confianza”; “Yo si puedo”; “Deseo superarme”; “Creo en mi”.

Hay creencias destructivas: “No puedo”; “Todo me sale mal”; “Soy un tonto”; “No tengo nada”.

Pon atención a lo que dices y a lo que piensas porque tu mente los convierte en realidad.

La obra perfecta.
Cuenta la historia que una vez le preguntaron a Miguel Ángel que cómo podría convertir una pieza de mármol en una obra de arte y él contestó: “Me le quedo viendo a la piedra, veo la figura que quiero hacer y después le quito lo que le sobra”.

¿Puedes ver eso? ¿Puedes imaginarte a Miguel Ángel eliminando las partes sobrantes de mármol hasta dejar solamente una obra perfecta?

Así somos los seres humanos. Somos perfectos y bellos, es sólo que el medioambiente nos ha creado lo que yo llamo una “cáscara” de negativismo.

Los “no puedos”.
A lo largo del día, ¿alguna vez te has sorprendido diciendo: ‘no prospero porque no hablo inglés’… ‘no soy bueno con los números’… ‘siempre he sido un mal estudiante’…?

Si es así, déjame decirte que por adentro eres perfecto y que lo único que necesitas es hacer lo que hizo Miguel Ángel: eliminar lo que te sobra para que vuelvas a ser la obra perfecta de tu Creador.

Elimina los “nopuedos” y conviértelos en “voy-a-intentarlos”. Deja de recriminarte por tus defectos y empieza a sentirte orgulloso de tus fortalezas y virtudes.